¿En busca de nuevos destinos para buscar inspiración y asombrarte con su gran diseño y arquitectura? Te damos a conocer algunos lugares que no te puedes perder si vas a viajar a Perú.
5 destinos con mucha historia, arte, propósito y atracción. ¡Cada uno de estos lugares te sorprenderá!

Machu Picchu: Entre los lugares más bellos e inquietantes del mundo, Machu Picchu es un lugar como ningún otro. Construida con bloques de granito pulido y conectada por estrechos tramos de escaleras y túneles, esta ciudad fue una vez un importante centro político, religioso y cultural en la época de los incas.

La sagrada ciudad inca construida alrededor de 1450 y descubierta en 1911 aún esconde muchos misterios y secretos que despiertan el interés tanto de visitantes como de arqueólogos de todo el mundo. Debido a su ubicación estratégica en lo alto de una alta montaña, existen diferentes teorías sobre lo que pudo haber significado para los incas.

Algunos creen que fue construido como una gran tumba para Pachacútec Inca, mientras que otros afirman que fue un importante centro administrativo y zona agrícola cuyos campos de cultivo servían de sustentación para sus habitantes. 

Catedral de Lima: La Catedral de Lima es una de las iglesias más importantes del Perú, fue construida en el siglo XVI, y es la principal iglesia de fe católica en el Perú. La catedral está ubicada en la plaza principal de Lima de la que deriva su nombre, llamada Plaza de Armas.

Si la visitas, encontrarás que está dividida en tres naves y catorce capillas laterales. La nave central está definida por una impresionante barandilla de coral alrededor de 53 imágenes de santos y santas talladas en madera. El púlpito, de estilo neoclásico, está coronado por una imagen de San Juan Evangelista y un cordero crucificado en el frente (en ambos casos) se ubican en el crucero de la nave. Cuatro estatuas (dos en cada lado) existen dos imágenes en cada extremo de Cristo Resucitado; San Juan Bautista; San Pedro; San Pablo y Juan el Viejo.

¿Cómo llegar? Para visitar la Catedral, debes trasladarte hacia la Plaza Mayor de Lima. Lo puedes hacer a través de una ruta guiada organizada por alguna agencia turística o también por tu propia cuenta, utilizando el servicio de transporte público del Metropolitano que conecta varios distritos de la capital con el centro histórico o en taxi. La entrada es libre; sin embargo, si deseas visitar el museo de arte religioso, el precio es de 10 soles.

Convento de Santa Catalina: Ubicado a solo unos pasos de la Plaza de Armas de Arequipa, el Convento de Santa Catalina es un lugar enigmático que sorprende no solo por su colorida arquitectura colonial sino también por los secretos que, durante cientos de años, ha guardado oculto entre sus muros.

El convento de Santa Catalina acogió durante años a cientos de monjas que vivían sin prácticamente ninguna conexión con el exterior hasta que, en 1970, decidieron abrirlo al público para que todos los turistas y ciudadanos de Arequipa pudieran conocer y disfrutar de este enigmático lugar. Su interior contiene una miríada de objetos relacionados con el tiempo en que estuvo habitado por las monjas: mobiliario, telas, pinturas, joyas y hasta un gran jardín presidido por un gigantesco árbol centenario. 

Las Ruinas de Chan Chan: Chan Chan es uno de los sitios de ruinas más grandes y mejor conservados de Perú. Este sitio incluye múltiples plazas, una gran puerta de entrada y enormes montículos de adobes tan altos como gigantescas colinas. Es una vocación caminar por las calles estrechas que conducen a varios niveles de paredes y habitaciones; una experiencia única para los interesados en los estudios arqueológicos y la historia.

Los Chimus eran hábiles arquitectos e ingenieros, como lo demuestran sus ciudades. Chan Chan estaba formado por 10 ciudadelas amuralladas entre las que había más de 100.000 talleres, templos en forma de pirámides, calles y murallas. En este trazado laberíntico se estima que vivían entre 60.000 y 100.000 personas. Los grandes secretos y la increíble arquitectura de la ciudadela de Chan Chan atraen cada día a miles de personas. La importancia de este lugar es tal que la Unesco la nombró como Patrimonio de la Humanidad en 1986. La ciudadela de Chan Chan se encuentra a tan solo 5 kilómetros del centro de Trujillo, por lo que es un lugar al que se puede llegar fácilmente. Para ello, tendrás que tomar un bus con dirección a Huanchaco y pedir al conductor que te avise en el paradero más cercano a Chan Chan. Asimismo, puedes realizar este recorrido en taxi, una buena opción si viajas con más personas con las que puedes compartir este medio de transporte.

Palacio Arzobispal: El Palacio Arzobispal es considerado una verdadera joya arquitectónica, y fue inaugurado el 8 de diciembre de 1924, día de la Inmaculada Concepción como símbolo de la convivencia armoniosa entre la Iglesia Católica y el Estado.

El primer nivel es un museo que presenta obras religiosas de diferentes conventos e iglesias de la ciudad, mientras que el segundo piso ofrece vistas espectaculares de los diversos espacios de la casa, incluido el comedor, la capilla y la oficina del propio Arzobispo.
No podrás evitar sentir la inmensidad de emblemático edificio que constituye uno de los mejores ejemplos del estilo neocolonial.

El edificio fue diseñado por el arquitecto polaco Ricardo de Jaxa Malachowski, quien tomó como referencia el diseño del Palacio de Torre Tagle. Erigido junto a la Iglesia del Sagrario y a la Catedral de Lima, antiguamente la cuarta parte de la manzana estuvo destinado para la policía formándose la primera comisaría y la primera cárcel de la ciudad. Después Pablo III erige este Templo como Basílica Catedral Primada, luego como lo conocemos actualmente local del Arzobispado.