Presentamos a Ignasi Bonjoch, fundador de Estudi Bonjoch y Program Leader de diseño de interiores en el IED Barcelona
1. Cuéntanos un poco más sobre ti, tus inicios y tu experiencia profesional.
Hay que remontarse un poco atrás en el tiempo… Mi hermano estudió arquitectura en la ETSAB, y yo de niño siempre veía por casa papeles vegetales sobre un tablero de dibujo, con un paralex que subía y bajaba como por arte de magia. Eso de dibujar cosas que luego se debían construir me fascinaba. A medida que me hice mayor vi en el interiorismo una manera de levantar proyectos y me lancé a ello.
2. ¿Cómo se dio la creación de Estudi Bonjoch? ¿A qué se dedica?
Corría el año 1990 cuando finalicé mis estudios. Había tenido la suerte de trabajar mientras estudiaba en tres despachos de arquitectura, algunos de ellos profesores de la escuela: Miquel Adrià, Pere Armadás y Dani Freixes. Con ellos aprendí la profesión y el oficio. Apenas graduarme, alquilé un local con un par de compañeros de clase e iniciamos la aventura de crear un estudio. Con el tiempo vi que mi andadura profesional iba por caminos mucho más amplios que el interiorismo clásico. Me emancipé de los compañeros y decidí crear el estudio que ahora lleva mi nombre.
Tenemos tres áreas: la primera orientada al interiorismo residencial, comercial y de espacios de trabajo. Por otra parte diseñamos exposiciones culturales y espacios efímeros. La tercera área está enfocada a la creación de objetos singulares de promoción para las marcas.
3. ¿Cómo describirías la filosofía de diseño en el estudio?
La filosofía es el trabajo bien hecho. Somos una empresa de servicios, orientadas al cliente y al consumidor. La vara de medir es la satisfacción del cliente, pero no la única. Aportar desde el diseño soluciones estratégicas, ya sea para la marcas, exposiciones o espacios es básico para entender el rol del diseño. Además, gestionamos recursos en ocasiones bastante elevados de nuestros clientes y ello nos obliga a ser muy responsables en todos los sistemas de ejecución y producción.
4. ¿Por qué decidiste incursionar en la enseñanza y ser profesor en reconocidas instituciones?
Vuelvo a los orígenes. Cuando cursaba segundo curso, se estaba preparando un viaje de « arquitectura », para conocer obras singulares, y le dije al profesor que yo no iría porqué en esos momentos quería comprarme una moto. Y él me dijo : « la moto te la podrás comprar más adelante, pero los viajes si no los haces ahora, será difícil que los hagas más adelante ». Hice el viaje, y allí empecé a ver la importancia de ver las obras ejemplares en directo, y sobretodo el hecho de comentarlas luego con los compañeros y profesores. En esos debates descubrí mi otra pasión, poder describir con palabras lo que es el diseño y la arquitectura para las personas. Por cierto, esa casa era la Robie House de Wright y fue un punto de inflexión para dedicarme a la docencia.
5. Cuéntanos sobre tu rol como Program Leader de diseño de interiores en el IED Barcelona
Es como proyectar el futuro de la profesión a largo plazo. Los estudiantes matriculados en el presente curso, saldrán al mercado laboral dentro de cuatro años. Ese vértigo nos fuerza a pensar muy bien en cómo invertimos las horas y recursos para los estudiantes. Y calcular muy bien en como los dotamos de las mejores herramientas y capacidades, para ser responsables en su futura tarea como diseñadores.
6. Como Program Leader del IED, ¿cuál es la visión que tienen del programa y para con los estudiantes de diseño de interiores?
Tenemos junto con el staff una idea muy clara de como estructurar los estudios, siempre dentro de los parámetros que nos marcan desde la Administración y las Agencias de Calidad Universitaria. Modulamos tempo e intensidad de manera muy cercana al estudiante, organizamos equipos de profesores, incorporamos nuevos perfiles constantemente. Y sobretodo disponemos de las herramientas de validación de los objetivos marcados. Tenemos la suerte de ver los resultados de nuestras acciones año tras año, porque los estudiantes permanecen los cuatro años en nuestro centro. Eso nos permite hacer ajustes al milímetro y dar respuesta inmediata en caso de descubrir alguna laguna en competencias o conocimiento.
7. ¿Cómo describes tu experiencia como profesor? Y, ¿cómo relacionas tu experiencia profesional con la enseñanza?
¡Pues de lo más gratificante! Sin lugar a dudas. Ser docente es mucha responsabilidad y requiere dedicación y motivación constante. Yo siempre comento que al final es un acto de generosidad. La profesión del día a día nos enseña un montón de cosas, y por poco que las podamos trasladar a los estudiantes, ya partirán de más ventaja. Dicen algunos que la experiencia consiste en saber qué cartas han salido ya, pero no las que saldrán. Yo al menos les explico las que han salido… A veces les hablo de las habilidades innatas, sumadas a las habilidades adquiridas, y que esta suma se debe elevar al exponente de la actitud. Es muy importante que se den cuenta de la incidencia que tendrá en su futuro laboral manejar bien las soft skills.
8. ¿Cuáles consideras que han sido los proyectos más retadores de Estudi Bonjoch?
De hecho, como a menudo intentamos partir de cero, todos los proyectos son retadores. Nos gusta enfrentarnos a la novedad e incertidumbre. Nos encanta dudar. Pienso que eso es bueno y sano. Y no nos da rubor reconocerlo, uno casi siempre tropieza cuando lo da todo por sentado y se siente seguro. Raro es tropezar cuando estás trepando por laderas escarpadas. Quizás los proyectos culturales significan siempre un gran reto. Son proyectos largos, de dos años de media. Como por ejemplo las exposiciones para CaixaForum y Vitra, o el Museo Frank Kafka en Praga.
9. ¿Qué metas tienes como profesional a corto y largo plazo?
A nivel profesional estamos inmersos en varios proyectos de muy distinta escala. Eso siempre nos gusta y nos atrae. Es como estar en una cocina de restaurante y estar preparando diversos platos que están en diferentes puntos de cocción. Hay que estar atento en cada instante para conseguir el punto exacto. Las diversas escalas que manejamos nos obligan a estar muy alerta. Actualmente estamos con la rehabilitación de una masía en L’Empordà manteniendo su esencia histórica, la creación de un espacio lab en una empresa para el diseño de piezas especiales y Business Development. También con la creación de unos stands para una firma que está en pleno proceso de rebranding. Estamos realizando un proyecto que ha sido generado de forma externa y a nivel visual con Inteligencia Artificial, sin paso previo de planos, lo que significa aterrizar en pista una nave enorme. Muy parecido a la ingeniería inversa. Todo esto aderezado con proyectos para la visibilidad de varias marcas en puntos de venta y consumo, lo que se denomina On Trade.
10. ¿Cuáles son los objetivos y metas que tienes para Estudi Bonjoch?
En el estudio tenemos un protocolo bastante claro sobre el método para afrontar los proyectos. Conceptualmente partimos como decía, de cero. Pero a nivel metodológico de la gestión del proyecto lo tenemos muy parametrizado. Disponemos de herramientas claras que todos compartimos sobre gestión documental y de la información, orden de capas en los archivos, una matriz de carpetas y sistemas en los servidores…, todos los proyectos tienen el mismo pattern a nivel de management. La meta es ir mejorando constantemente este sistema operativo. La fórmula es simple: una vez finalizado un proyecto, nos sentamos para evaluar qué podemos mejorar, qué parte ha salido bien y qué parte ha salido mal. Lo apuntamos y vamos corrigiendo el tiro cada vez. Estas mejoras nos hacen más eficientes y con los recursos que disponemos, podemos afrontar los proyectos de manera más solvente. La meta a largo plazo es estandarizar y publicar de alguna manera este conocimiento adquirido.