Para la fabricación de diferentes muebles de un hogar, hay algunas alternativas como la madera, pero dos de las más económicas en el mercado y que son parecidos a este son el melamine y el MDF; sin embargo, no quita que ambos sean materiales de calidad augue. Cada uno tiene una particularidad distinta a la otra, a pesar que su similitud sea mucha. En este artículo te daremos a conocer qué son exactamente, sus diferencias y cuál es la mejor opción, de acuerdo a las necesidades de cada familia u hogar.
Comencemos por el melamine. Este es una delgada capa de plástico, llamada resina, que cubre a un aglomerado crudo, y se fabrica con virutas de madera pegadas a presión. Lo que más destaca del material es que posee una buena resistencia a la humedad, por lo que se puede colocar tranquilamente en un baño o una cocina.
El MDF, que son las siglas del inglés Medium Density Fibreboard (Fibra de media densidad), es lo mismo que el melamine en cuanto a de qué está hecho, ya que también se usa fibra de madera comprimida, pero se diferencia de la primera por su grosor, que es más denso y uniforme; y que no es revestida por una resina, por lo que puede tener problemas con la humedad.
Como se mencionó en la introducción, los dos son buenos materiales para realizar mueblería. No obstante, Somerset te recomendará cuál de los dos es más conveniente para usar en diferentes casos. Se debe de usar melamine si quieres que tu mueble:
- Tenga un buen acabado sin necesidad
de pintarlo, lijarlo o barnizarlo, ya que
viene en diferentes colores, diseños y
texturas. - No sea tan pesado, sin que pierda fuerza. Un mueble de melamina se puede mover con más facilidad, en caso quieras volver a cambiarlo de lugar.
- Y lo más importante para muchos, el cómodo precio por el que se encuentra en el mercado.
Por su parte, el MDF es mejor si deseas que tu mueble:
- Sea un poco más parecido a la madera y que sea menos pesado.
- Tenga curvas en el diseño del mueble ya que el MDF tiene la facilidad de doblar usando máquinas especiales de calor y presión.
- Pueda cambiarse de color en otro momento. Este material viene de un solo color, pero se puede cambiar haciendo el proceso de lijar, pintar y barnizar las veces que desees.
A partir de este momento ya no te confundirás sobre las similitudes y diferencias entre el melamine y el MDF, además de saber qué material usar para tus distintos muebles. Y tú, ¿Qué material usarás para tu próxima creación?