La iluminación como herramienta de diseño

La iluminación como herramienta de diseño

Conversando con diseñadores y arquitectos me gusta preguntarles en qué momento del día imaginan sus proyectos a la hora de pensar los materiales, los elementos a utilizar, etc. La respuesta más frecuente es que lo hacen imaginando los espacios con luz natural, siendo pocos los que me comentan que hacen el ejercicio de repensar cómo funcionan los mismos por la noche. Los invito a que lo hagamos, para utilizar el recurso de la iluminación como herramienta de diseño.

Para comenzar vamos a analizar un lugar conocido para todos, el hogar. Estaremos de acuerdo si digo que no se utiliza de la misma forma un living por la tarde noche en familia, cuando tenemos visitas, a la hora de relajarnos en soledad, para leer un libro o para conversar con amigos. Entonces, para iluminar correctamente cada una de éstas ‘escenas’ sin necesidad de incorporar equipos costosos, la respuesta correcta es mediante capas. Es importante que imaginemos el espacio que queremos iluminar en el transcurso de una jornada y para hacerlo hay una referencia que me parece súper gráfica y que todos podemos entender. Durante el día contamos con la luz del sol, la misma es general y homogénea, con la misma nos mantenemos activos. Cuando llega la noche, de modo intuitivo conectamos con una luz baja y cálida como lo fue hace muchos años la luz del fuego, la misma nos invita a relajarnos y descansar.

Entonces, vamos a repasar tres tipos de capas para conformar una iluminación flexible del espacio, pudiendo usar las mismas en conjunto o de modo individual. Por un lado tendremos: La iluminación general del espacio que será la base de la composición, la misma puede ser cenital, generarse mediante luz indirecta con una garganta o formarse por un conjunto de luminarias de pie y de mesa. Lo importante es que sea difusa, sin generar sombras pronunciadas.

En el hogar es importante que tengamos en cuenta una luz diurna para la tarde noche cuando el hogar está activo trabajando o estudiando, como también una iluminación más bien nocturna que acompaña el final del día. Incorporar Dimmers puede ser de gran ayuda y es un recurso fácil y económico. Si no cuentas con bajo alacena, no te preocupes! Se puede lograr con artefactos aplicados a pared. Lo importante es no proyectar nuestra sombra sobre el lugar en el que estamos trabajando.

En segundo lugar está la iluminación de trabajo, suele ser una luz general o puntual utilizada para realizar alguna labor puntual como puede ser una lámpara de escritorio o un lineal bajo alacena sobre la mesada de la cocina.
Finalmente para evitar que el espacio se vea homogéneo y falto de calidez, es que se incorpora una iluminación de destaque o localizada, la cual tiene como propósito crear el clima, generar acentos donde queremos dirigir la mirada eligiendo selectivamente los elementos a destacar para evitar una superposición de efectos. Con éstos recursos incorporados, va a ser más fácil que el hogar se luzca y que se pueda disfrutar en todo momento!
No nos olvidemos de las paredes, cuando están iluminadas resaltan los ambientes y los hacen ver más amplios.

Mi nombre es Carolina Galcerán, soy Arquitecta y desde hace diez años trabajo como asesora lumínica en proyectos de todo tipo. Soy amante de repensar los espacios mediante la luz, jugando con el modo en que los percibimos y cómo nos sentimos en ellos. Armé una cuenta @lightingbsas en la que busco compartir con colegas y profesionales, cómo también dar herramientas para que todos puedan modificar sus ambientes con pequeños gestos.